miércoles, 7 de enero de 2015

TALLER DE NARRATIVA

Monasterio de San Miguel de los Reyes

En el mes de noviembre, el día 7, acudimos los alumnos de las distintas modalidades de bachillerato del IES Misericordia 26 de la optativa Castellano: Lenguaje y Documentación al Taller de narrativa dirigido por la Biblioteca Valenciana, que se encuentra en el Monasterio de San Miguel de los Reyes. Explicaremos detalladamente dicho taller.

Salimos del instituto a las 10:00 y nos dirigimos a la parada del metro Nou d'Octubre. Hicimos transbordo con el tranvía que nos dejó en la parada de "San Miquel dels Reis".  Llegamos y nos dirigimos a la exposición de la Biblioteca Valenciana Nicolau Primitiu. Cuando terminó la visita, fuimos a una sala donde realizamos el taller de microrrelatos.

El taller empezó dividiéndonos en grupos de dos, a continuación profesor Mario Muñoz nos comunicó que apuntásemos la siguiente frase: Lo cotidiano de la vida no es sino el origen de la poesía (Gabriel García Márquez). La poesía no está hecha para gente culta, sino para todos. La poesía se puede crear de algo tan simple y cotidiano como comer pimiento.

"Res no m’agrada tant" (Vicent Andrés Estellés)

Res no m'agrada tant
com enramar-me d'oli cru
el pimentó torrat, tallat, tallat en tires.
Conte llavors, distret, raone amb l'oli cru, amb
els productes de la terra.
M'agrada molt el pimentó torrat,
més no massa torrat, que el desgracia,
sinó amb aquella carn molla que té
en llevar-li la crosta socarrada.
L'expose dins el plat en tongades incitants,
l'enrame d'oli cru amb un pessic de sal
i suque molt de pa,
com fan els pobres,
en l'oli, que té sal i ha pres una sabor del
pimentó torrat.
Després, en un pessic
del dit gros i el dit índex, amb un tros de pa,
agafe un tros de pimentó, l'enlaire àvidament,
eucarísticament,
me'l mire en l'aire.
de vegades arribe a l'èxtasi, a l'orgasme.
Cloc els ulls i me'l fot.

Por tanto, en todo lo cotidiano hay poesía.

El tallerista  nos contó que íbamos a hacer una serie de actividades. La primera consistía en un ejercicio de escritura automática, basada en escribir lo primero que te viene a la mente en ese momento, y después ordenar las ideas y transformarlas en un texto coherente. Al principio nos encontramos un poco descolocados, ya que no sabíamos muy bien cómo poner aquello y la mayoría nos aburríamos. Pero después nos dimos cuenta de que unas simples ideas podían transformarse en un microrrelato.

En la segunda actividad nos dijo que apuntásemos la siguiente frase: Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí (Augusto Monterroso). Mario nos preguntó por la palabra clave del microrrelato y respondimos que era el dinosaurio, después nos pidió que pensásemos cómo podía ser el dinosaurio, a lo que respondimos: uno mismo, la madre, la imaginación, un enemigo, los temores, la derrota, la soledad, la realidad, un dictador, la muerte, etc. ¡Cuántas cosas contenidas en una única palabra!

Después nos sugirió  que escribiésemos un microrrelato siguiendo la estructura del de Augusto Monterroso:
  1. Cuando (partícula de fluidez temporal)
  2. Momento del acontecimiento (se despertó, abrió el buzón, abrió los ojos...)
  3. Lo que se encuentra o sucede
Cuando explicó el ejercicio no sabíamos muy bien qué quería decir, pero después vimos la importancia de la estructura.


Imagen extraída de: http://letras.net.ve/que-es-y-como-escribir-un-microrrelato/
La tercera actividad consistió en sacar una palabra del primer renglón de la página de la derecha de un libro abierto al azar y repetir la acción diez veces. A partir de esas palabras había que construir un texto añadiendo artículos, pronombres, etc., sin importar el orden. Algunas de las palabras eran: higuera, cometer, profanada, animales, novela y encargó. Al terminar, comprobamos que cuando se tienen palabras se pueden escribir bellos e interesantes textos.

El último ejercicio trataba de inventarte el nombre de un ser o personaje que pueda entrar/salir, ver/ oír... de manera distinta al común de los mortales y, pueda entender y dar nuevo sentido a las cosas y a la vida. Su nombre debía ser sonoro y no parecerse a ningún nombre común o propio. Después habría que contar alguna aventura de ese ser con un árbol, con un animal... como, por ejemplo, en los relatos de Historia de cronopios y famas de Julio Cortazar:
  • HistoriasUn cronopio pequeñito buscaba la llave de la puerta en la mesa de luz, la mesa de luz en el dormitorio, el dormitorio en la casa, la casa en la calle. Aquí se detenía el cronopio, pues para salir a la calle precisaba de la llave de  la puerta.
  • Flor y cronopioUn cronopio encuentra una flor solitaria en medio de los campos. Primero la va arrancar, pero piensa que es una crueldad inútil y se pone de rodillas a su lado y juega alegremente con la flor, a saber: le acaricia los pétalos, la sopla para que baile, zumba como una abeja, huele su perfume, y finalmente se acuesta debajo de la flor, y se duerme envuelto en una gran paz. La flor piensa: " es como una flor". 
Imagen extraída de: http://ciclo-timias.blogspot.com.es/2011/01/tristeza-del-cronopio-la-verdadera.html
En conclusión, el taller nos pareció bastante útil para poder aprender más sobre los microrrelatos y darnos cuenta de que con solo unas pocas líneas se puede contar una historia. Aunque al principio, a nuestro parecer, empezó siendo un taller aburrido, poco a poco, con la actitud de Mario, el tallerista, y nuestra participación, el taller se hizo corto y divertido. En resumen, un taller que recomendamos a los alumnos de otros institutos.

2 comentarios:

  1. Enhorabuena!!! tanto este comentario como el anterior publicado están geniales. saludos a todos y hasta la próxima. Estel.

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  2. Muchas gracias por el comentario, nos alegra que te haya gustado y te invitamos a que sigas visitando nuestro blog. Un saludo de Todos Somos 26.

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